La historia de la exploración y navegación está llena de nombres célebres y logros sorprendentes. Uno de esos nombres destacados es Juan Sebastián Elcano, un explorador vasco del siglo XVI que tuvo un papel crucial en la primera circunnavegación exitosa del mundo. Aunque a menudo eclipsado por la figura de Fernando de Magallanes, Elcano completó el viaje histórico tras la muerte de Magallanes y confirmó que el mundo era, de hecho, redondo. Este artículo presenta un perfil de Juan Sebastián Elcano, su vida y sus contribuciones a la historia de la exploración.
Juan Sebastián Elcano nació en 1476 en la localidad de Getaria, en Gipuzkoa. Aunque se sabe poco sobre su infancia y educación, se cree que comenzó su carrera en la marina como un simple marinero y más tarde se convirtió en un experimentado navegante y comerciante.
Durante sus primeros años en el mar, Elcano participó en varias expediciones en Europa y África. En 1509, se unió a las fuerzas españolas en la conquista de Orán, un puerto en el norte de África. Sin embargo, en 1519, su vida tomaría un giro decisivo cuando se unió a la expedición de Fernando de Magallanes.
En 1519, Fernando de Magallanes, un navegante portugués al servicio de la Corona española, inició una expedición con el objetivo de encontrar una ruta hacia las islas de las Especias (actual Indonesia) navegando hacia el oeste. La expedición, financiada por el rey Carlos I de España, partió de Sevilla con cinco naves y aproximadamente 270 hombres, incluido Juan Sebastián Elcano.
Después de un difícil viaje a través del Atlántico y la búsqueda de un paso hacia el océano Pacífico, la expedición llegó al estrecho que hoy lleva el nombre de Magallanes, ubicado en el extremo sur de América del Sur. Sin embargo, la travesía fue dura y costó la vida de muchos hombres y la pérdida de dos naves. A pesar de las adversidades, la expedición continuó y en noviembre de 1520, las tres naves restantes lograron cruzar el estrecho y entrar en el océano Pacífico.
El viaje a través del Pacífico fue largo y agotador, con escasez de alimentos y agua. En marzo de 1521, la expedición llegó a Filipinas, donde Magallanes fue asesinado en la batalla de Mactán en abril del mismo año. Tras su muerte, Elcano asumió un papel más importante en la expedición y, después de algunas decisiones estratégicas, se convirtió en el capitán de la única nave restante, la Victoria.
Después de llegar a las islas de las Especias y cargar la Victoria con clavo, Elcano decidió regresar navegando hacia el oeste, completando así la circunnavegación del mundo. La travesía fue complicada y peligrosa, ya que la nave y su tripulación estaban en mal estado y debían evitar territorios portugueses en el océano Índico.
El 6 de septiembre de 1522, la Victoria, capitaneada por Juan Sebastián Elcano, llegó al puerto de Sanlúcar de Barrameda en España, completando la primera circunnavegación del mundo. De los aproximadamente 270 hombres que comenzaron la expedición, solo 18 regresaron, incluido Elcano. Por su hazaña, el rey Carlos I le otorgó un escudo de armas y una pensión vitalicia.
El logro de Juan Sebastián Elcano demostró que la Tierra era redonda y permitió una mayor comprensión de la geografía global. Además, su contribución a la exploración sentó las bases para futuras expediciones y el desarrollo del comercio en el siglo XVI.