Los Galtzagorris son pequeños duendes o genios que habitan en los bosques, montañas y cuevas del País Vasco. Tienen la apariencia de hombres diminutos con largas barbas y cabellos enmarañados. Se les suele representar vestidos con pantalones rojos (galtza gorri significa «pantalón rojo» en euskera) y sombreros cónicos, aunque su apariencia puede variar ligeramente según las leyendas locales.
A pesar de su aspecto desaliñado, los Galtzagorris son seres extremadamente ágiles y rápidos, lo que les permite moverse con gran facilidad y realizar tareas a gran velocidad. Son conocidos por su naturaleza traviesa y juguetona, pero también por su habilidad para ayudar a los humanos en ciertas circunstancias.
Los Galtzagorris son seres mágicos que poseen habilidades sobrenaturales. Una de sus principales habilidades es su capacidad para realizar tareas a una velocidad asombrosa. Se dice que pueden construir una casa en una sola noche, sembrar un campo en cuestión de minutos o terminar cualquier trabajo en un abrir y cerrar de ojos.
Aunque son traviesos y a menudo juegan bromas a los humanos, los Galtzagorris también pueden ser de gran ayuda. Se cree que pueden proteger a las personas de los malos espíritus, e incluso colaborar con ellas en tareas domésticas y agrícolas si son tratados con respeto y amabilidad. Sin embargo, si se les provoca o se les trata mal, pueden volverse vengativos y causar problemas a los humanos.
La relación entre los Galtzagorris y los humanos en la mitología vasca es ambivalente. Aunque en algunas historias se muestran como seres amigables que ayudan a las personas, en otras se les describe como criaturas traviesas que causan problemas y dificultades. En general, la relación entre los Galtzagorris y los humanos depende en gran medida de cómo sean tratados por estos últimos.
En algunas leyendas, se cuenta que los Galtzagorris pueden ser «domesticados» o «controlados» si un humano consigue apoderarse de su sombrero mágico. Sin embargo, también se advierte que intentar controlar a un Galtzagorri puede tener consecuencias indeseadas y desencadenar su ira.
Los Galtzagorris han dejado su huella en la cultura vasca, tanto en la mitología como en la literatura y el folclore. Sus historias y leyendas han sido transmitidas de generación en generación y han contribuido a la riqueza de la cultura vasca. Hoy en día, se pueden encontrar representaciones de estos duendes en obras de arte, festivales locales y eventos culturales.
Además, los Galtzagorris han sido protagonistas de cuentos y relatos que han servido para enseñar lecciones morales y éticas. A menudo, estas historias muestran cómo el trato respetuoso y amable hacia estos seres puede resultar en beneficios para los humanos, mientras que el abuso y la maldad pueden llevar a sufrir las consecuencias negativas de sus travesuras y venganzas.