Municipio: Frías, Valle de Tobalina
Coordenadas:
Distancia desde Cillaperlata:
El Castillo de los Duques de Frías es una impresionante fortificación. Este castillo, cuya construcción se remonta al siglo XI, es un testigo histórico del poderío de los nobles de la época y de la importancia estratégica de su ubicación en el valle del Ebro. A lo largo de los siglos, ha sido hogar de distintas familias nobles, entre ellas, la Casa de Velasco, quienes ostentaron el título de Duques de Frías. Hoy en día, el castillo es un atractivo turístico y un símbolo del legado histórico de la región.
La construcción del Castillo de los Duques de Frías comenzó en el siglo XI bajo el reinado de Sancho III de Navarra, con el objetivo de proteger la frontera entre Castilla y el Reino de Navarra. Durante los siglos XII y XIII, el castillo pasó a manos de la familia Haro, quienes, bajo el mandato de Lope Díaz de Haro, ampliaron y mejoraron las instalaciones. Posteriormente, en el siglo XV, el castillo fue adquirido por la Casa de Velasco, una de las más influyentes y poderosas familias nobles de la época. Bajo su gobierno, el castillo alcanzó su máximo esplendor y fue elevado a la categoría de ducado en 1492 por los Reyes Católicos.
El Castillo de los Duques de Frías es una impresionante construcción de estilo gótico-militar que se erige sobre una ladera rocosa, dominando el valle del Ebro. Sus muros de piedra, de gran grosor, y sus imponentes torres defensivas le confieren una apariencia majestuosa y sólida. El castillo cuenta con un recinto amurallado que incluye varias torres y baluartes, como la Torre del Homenaje y la Torre de las Damas, ambas de gran altura y con espectaculares vistas al valle.
Una de las características más destacadas del castillo es su puente levadizo, que antiguamente permitía el acceso al interior de la fortificación, y que aún hoy se conserva en perfecto estado. En el interior del castillo, se pueden apreciar las estancias nobles, la capilla, la bodega y las mazmorras, todas ellas testigos de la vida cotidiana de sus antiguos moradores.
El Castillo de los Duques de Frías está abierto al público y ofrece visitas guiadas que permiten a los visitantes sumergirse en la historia de la fortificación y de las familias nobles que la habitaron. Además, el castillo cuenta con un centro de interpretación que ofrece exposiciones temporales y actividades culturales relacionadas con la historia de la región y del propio castillo.
En los alrededores del Castillo de los Duques de Frías, los visitantes pueden disfrutar de la belleza natural del valle del Ebro y del encanto de los pequeños pueblos cercanos, como Tobera, con sus pintorescas cascadas, o el propio municipio de Frías, que conserva un patrimonio histórico y arquitectónico de gran valor.
El casco antiguo de Frías es un laberinto de calles estrechas y empedradas, en las que se encuentran varias casas colgantes de madera y piedra, algunas de ellas datadas en la Edad Media. Entre los edificios más destacados se encuentran la Iglesia de San Vicente Mártir, de estilo gótico y con un imponente retablo renacentista, y el Puente de Frías, una construcción medieval de arcos apuntados que cruza el río Ebro y que, en su día, formaba parte de las rutas comerciales entre Castilla y la meseta.