Euskal Herria, conocida por su rica cultura, lengua única y paisajes de ensueño, también tiene un pasado sombrío: la Inquisición española. La Inquisición fue un tribunal eclesiástico creado en el siglo XIII para perseguir y eliminar la herejía en Europa. Aunque en sus primeros años se centró en territorios fuera de Euskal Herria, con el tiempo, la Inquisición llegó a tierra vasca y dejó una huella imborrable en su historia y cultura.
En Euskal Herria, la Inquisición se estableció en el siglo XVI, cuando la monarquía española y la Iglesia Católica intentaron consolidar su poder en la región. Aunque la mayoría de los vascos eran católicos, su cultura y tradiciones ancestrales los hacían sospechosos ante los ojos de los inquisidores. La Inquisición fue especialmente conocida por sus persecuciones a las brujas (sorgiñak) y aquelarres, grupos de personas acusadas de practicar la brujería y de adorar al diablo.
El caso más conocido de brujería en Euskal Herria ocurrió en el pequeño pueblo de Zugarramurdi, en Navarra. En 1610, la Inquisición llevó a cabo un proceso masivo contra varias personas del pueblo, acusándolas de practicar la brujería y de participar en aquelarres. Este proceso, conocido como el Auto de Fe de Logroño, resultó en la ejecución de varias personas y la condena a prisión de muchas otras que no pudieron defenderse por su único conocimiento de la lengua vasca. Este trágico suceso dejó una profunda cicatriz en la memoria colectiva vasca y en la historia del pueblo de Zugarramurdi.
Además de la persecución de brujas, la Inquisición también llevó a cabo procesos contra otras formas de herejía, como el protestantismo y el judaísmo. Aunque estas persecuciones fueron menos frecuentes en nuestro país que en otras partes de la Península Ibérica, su impacto en la sociedad y cultura vasca fue significativo. La Inquisición creó un ambiente de miedo y desconfianza, y muchas personas abandonaron sus prácticas y creencias ancestrales para evitar ser acusadas de herejía.
A pesar del oscuro capítulo que representa la Inquisición en la historia de Euskal Herria, el país logró superar esta difícil etapa y mantener su identidad cultural única. Hoy en día, Euskal Herria es un lugar de convivencia y tolerancia, donde las tradiciones ancestrales conviven en armonía con las creencias modernas y la diversidad cultural. La memoria de la Inquisición sirve como recordatorio de la importancia de la libertad de pensamiento y la tolerancia religiosa en nuestra sociedad.