Bizkaia, una región histórica Euskal Herria, nos ofrece un viaje apasionante a través de su historia, desde la caída del Imperio romano hasta el inicio de la Edad Media, pasando por conflictos internos y la aparición de su marina. Hoy os contaré un poco sobre lo que ha pasado en esta tierra a lo largo de los siglos.
Primero, hablemos de los primeros tiempos. Aunque no se sabe mucho sobre Bizkaia entre la caída del Imperio romano y el año 1000, sabemos que sufrió algunas devastaciones, como el ataque de los hérulos en el 456. Luego, en el siglo VI, las investigaciones arqueológicas apuntan a una expansión francoaquitana en la región.
La relación con los francos merovingios se explicaría a través del Ducado de Vasconia. Las invasiones de los visigodos y musulmanes no parecen haber llegado a Bizkaia, pero es probable que sus costas fueran desoladas por los vikingos. Existe incluso la posibilidad de un asentamiento vikingo cerca de Mundaka.
Después de la invasión musulmana, se cree que Bizkaia quedó bajo la influencia del reino de Asturias. La primera referencia a Bizkaia se encuentra en la crónica de Alfonso III de Asturias. A lo largo del tiempo, Bizkaia fue pasando de mano en mano entre los reinos de Navarra y Castilla.
El Señorío de Bizkaia, la entidad política que gobernaba la región, nació en este contexto. En el siglo XI, el conde Íñigo López Ezquerra, aliado con el rey de Castilla, se convirtió en el señor hereditario de Bizkaia.
Más adelante, en la Baja Edad Media, Bizkaia sufrió crisis, hambrunas y la peste negra. Esto llevó a la nobleza a luchar por el poder, dando lugar a las guerras de banderizos entre los oñacinos y gamboínos. Esta conflictividad social continuó hasta finales del siglo XV, cuando los vizcaínos lograron librarse de las peleas de los nobles locales y de la invasión de grandes aristócratas.
Durante la Edad Media, los fueros (leyes propias) de Bizkaia dividieron la región en tres partes: la Tierra Llana, las Encartaciones y la Merindad de Durango. Cada una tenía su propio gobierno y jurisdicción. A medida que las villas y la ciudad de Orduña recibían sus propias cartas pueblas y fueros, dejaban de depender de las leyes de Bizkaia, Encartaciones o Durango y comenzaban a celebrar sus juntas separadamente.
Además de estos conflictos, Bizkaia experimentó un auge en su marina. La actividad pesquera, especialmente la caza de la ballena, fue adquiriendo cada vez más importancia en los puertos de la región. También fueron los puertos naturales para la exportación de hierro vizcaíno y lana castellana, lo que les dio un papel crucial en el comercio.
La historia de Bizkaia es un fascinante relato de conflictos, cambios políticos y crecimiento económico. A lo largo del tiempo, la región fue consolidando su identidad y sus instituciones, lo que le permitió enfrentarse a los desafíos del futuro.
Entre los siglos XV y XVI, Bizkaia experimentó una creciente integración con la monarquía hispánica, especialmente durante el reinado de los Reyes Católicos. Durante este período, la región mantuvo su autonomía y sus fueros, pero también estableció alianzas y cooperación con la corona.
En la época moderna, Bizkaia experimentó otro período de crecimiento económico gracias a la industria siderúrgica, la minería y el comercio. En el siglo XIX, la región vivió una profunda transformación social y cultural con la aparición de la burguesía industrial y una clase obrera cada vez más numerosa y organizada.
Sin embargo, este progreso no estuvo exento de conflictos. Durante el siglo XIX, Vizcaya fue escenario de las guerras carlistas, que enfrentaron a los partidarios de los fueros tradicionales y la monarquía absolutista contra los liberales, defensores de la monarquía constitucional y la centralización del Estado. Estos enfrentamientos culminaron en la abolición de los fueros de Bizkaia en 1876, aunque la región conservó cierta autonomía.
A lo largo del siglo XX, Vizcaya vivió momentos de gran agitación política y social, como la Segunda República, la Guerra Civil y la dictadura franquista. Durante estos años, la región fue un bastión del nacionalismo vasco, que luchó por recuperar la autonomía y la identidad perdidas.
Con la llegada de la democracia al Estado, Bizkaia se convirtió en parte de la Comunidad Autónoma del País Vasco, recuperando así parte de su autonomía y protagonismo. Hoy en día, la región sigue siendo un centro económico y cultural importante en España, orgullosa de su historia y su identidad única.
Bizkaia ha vivido una historia rica y diversa, marcada por conflictos, alianzas y transformaciones económicas y sociales. A pesar de los desafíos que ha enfrentado, la región ha sabido mantener su identidad y adaptarse a los cambios, convirtiéndose en un ejemplo de resiliencia y progreso en el contexto vasco y europeo.