La mitología vasca, presente en la cultura del País Vasco, es una fascinante mezcla de creencias y leyendas ancestrales. A lo largo de los siglos, sus historias y personajes han formado parte de la vida cotidiana de los vascos, influyendo en sus costumbres, celebraciones y hasta en su sentido de identidad. En este artículo, exploraremos a los principales personajes mitológicos de la mitología vasca, desde dioses y diosas hasta criaturas fantásticas y héroes legendarios.
Mari, la Diosa Madre
Mari es, sin duda, la figura más icónica y central de la mitología vasca. Esta diosa madre se asocia con la naturaleza, la fertilidad y el clima, y es conocida por su capacidad para tomar diferentes formas, siendo la más común la de una hermosa mujer con largos cabellos rojos. Se dice que habita en cuevas y montañas, como la de Anboto o Aketegi. Mari es esposa de Maju y madre de los genios del viento, Sugaar y Mikelatz.
Sugaar, el Espíritu del Rayo
Sugaar, también conocido como Sugoi o Maju, es el compañero de Mari y padre de Mikelatz. Es un espíritu serpiente asociado con las tormentas y los rayos, y a menudo se le representa como una serpiente alada o un dragón. Se cree que cuando Sugaar y Mari se encuentran en las montañas, su unión provoca tormentas y mal tiempo.
Mikelatz y Atarrabi, los Gemelos Celestiales
Mikelatz y Atarrabi son hijos de Mari y Sugaar, y representan el bien y el mal en la mitología vasca. Mikelatz, asociado con el rayo y el fuego, es un espíritu maligno que causa destrucción y desastres. Por otro lado, Atarrabi es un ser benévolo que protege a las personas de las acciones maliciosas de su hermano. A menudo, estos gemelos se enfrentan en una eterna lucha entre el bien y el mal.
Basajaun, el Señor del Bosque
El Basajaun es una criatura legendaria similar a un hombre salvaje o un gigante peludo. Se le atribuye la protección de los animales y los bosques, y se cree que enseñó a los humanos diversas habilidades, como la agricultura y la metalurgia. A pesar de su apariencia feroz, el Basajaun es generalmente amistoso con los humanos y les advierte de peligros inminentes.
Lamia, las Ninfas del Agua
Las Lamias son seres mitológicos que habitan en ríos, lagos y fuentes. Se les representa como mujeres hermosas con pies de ave o cola de pez, y tienen la capacidad de cambiar de forma. Las Lamias son conocidas por seducir a los hombres con su belleza y encanto, pero también pueden ser protectoras de los cuerpos de agua y de quienes viven cerca de ellos. En algunas historias, ayudan a los humanos a cambio de favores, mientras que en otras pueden ser vengativas si se les ofende o se les falta al respeto.
Tartalo, el Cíclope Devorador
El Tartalo es un gigante de un solo ojo inspirado en los cíclopes de la mitología griega. Este ser malvado y monstruoso vive en las montañas y cuevas, y se alimenta de seres humanos y animales. A menudo se le describe como un cazador astuto que captura a sus víctimas con trampas y engaños. Sin embargo, en muchas historias, el Tartalo es derrotado por héroes o pastores astutos que logran escapar de sus garras.
Herensuge, el Dragón Vasco
El Herensuge es un dragón serpiente de siete cabezas que habita en cuevas y montañas. Aunque no es tan popular como otros personajes de la mitología vasca, el Herensuge simboliza el mal y la destrucción. En algunas leyendas, es derrotado por valientes guerreros o héroes que logran cortar sus siete cabezas.
Akerbeltz, el Macho Cabrío Negro
Akerbeltz es un macho cabrío negro asociado con la brujería y la magia en la mitología vasca. Se cree que es un espíritu que participa en aquelarres y rituales. A pesar de su reputación a menudo malévola, Akerbeltz también es considerado un protector del ganado y de los animales en general, ya que evita que los espíritus malvados los afecten.