El sistema económico basado en la máxima producción, el consumo, la explotación ilimitada de recursos y el beneficio como único criterio de la buena marcha económica es insostenible. Un planeta limitado no puede suministrar indefinidamente los recursos que esta explotación exigiría.
Por esto se ha impuesto la idea de que hay que ir a un desarrollo real, que permita la mejora de las condiciones de vida, pero compatible con una explotación racional del planeta que cuide el ambiente. Es el llamado desarrollo sostenible.
Desarrollo sostenible no es un concepto exclusivamente ecológico, sino que es un triángulo de equilibrios entre lo ecológico, lo económico y lo social, cuyo resultado es la solidaridad.
Bajando a la escala local, el principal objetivo del desarrollo sostenible es la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas de un municipio de tal modo que se integre:
La supervivencia y respeto por el entorno (Sostenibilidad Ambiental). La necesidad de equidad o justicia social (Sostenibilidad Social). El equilibrio económico (Sostenibilidad Económica).
En el año 2001, Sopela firmó la Carta de Ciudades hacia la Sostenibilidad, más conocida como la carta de Aalborg